sábado, 25 de septiembre de 2010

Manjares de información

Para elaborar un ensayo, un reporte o una investigación de naturaleza académica el único punto posible de partida es ir al mercado a por los mejores ingredientes de información.

Muchos alumnos, desnortados, creen que en esta época digital para encontrar información valiosa basta con buscarla en "google" o "yahoo". O que "el rincón del vago", "monografías", "buenas tareas" y "wikipedia" son bibliotecas muy prácticas. Bien, pues no. Esas páginas sirven, y mucho, sólo para resolver una duda rápida de información (del tipo, ¿cuáles son las fases de la luna? o ¿qué inventó Edison?) o para curiosear sobre algo que nos interesó (como Enrique VIII o Guatemala). Pero se trata de un saber ligero, común, masivo. En muchos casos lleno de datos incorrectos o de interpretaciones ya superadas. O de meras bobadas.

Así que lo primero que tendría que aprender un estudiante universitario es a buscar información de excelente calidad. Es decir, que sea relevante, que sea precisa, que responda a lo que saben los expertos de cada área. Es decir, el alumno debe actuar como periodista digital o buscador de tesoros informativos. Aún estamos a años luz de alcanzar ese nivel. Cierto. Pero es nuestro deber aprender a hacerlo. Por que un ingeniero, o un abogado, o un artista o un hombre de negocios sólo pueden llegar a ser realmente buenos en lo suyo si saben dónde pueden encontrar los mejores saberes en su campo. Dónde están sus bibliotecas ideales en la red.

Hablando de bibliotecas, éste sería el primer paso. En la Universidad de las Américas, el sistema de bibliotecas digitales, CIRIA, pone a disposición del alumno una red de bases de datos digitalizadas. ¿Qué significa eso? Pues que muchas de las mejores revistas científicas de cada área, de las noticias relacionadas con ellas, de las tesis publicadas, etc, son digitalizadas y de acceso libre para el estudiante. Osea, caviar, jamón ibérico, chiles en nogada, pasta napolitana, ragut húngaro, y todos los manjares de información al alcance de un clic. En muchos casos se pueden descargar como pdf. Pongamos, como ejemplo, a REDALYC, una superútil colección de revistas científicas hispanoamericanas.

Sí, sí, Al principio no es fácil y lleva su tiempo ir encontrando los "trucos" para llegar a la buena información. El paraíso, ya saben, no es para gente con prisa. Así que, ojo, los peligros son muchos. El mayor de ellos, atiborrarnos de información que después no nos sirva. O picotear de aquí y allí sin procesar lo que se lee. Ir a un buen mercado, lleno de manjares, no nos asegura que los vayamos a cocinar bien. ¡Buen provecho!

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